"La suerte es donde confluyen la preparación y la oportunidad" Séneca Efectivamente, la suerte puede ser una cuestión de estar preparado para reconocer y aprovechar las oportunidades que se presentan. Y ello supone también dejar espacio al optimismo y a la ilusión. Es algo demostrado. Cuando prevalece el optimismo, aquello en lo que te estás ilusionando parece cercano. Por tanto, la actitud positiva y el optimismo no son solo unas sensaciones pasajeras, sino que tienen un fundamento biológico que afecta de manera tangible a la percepción de la realidad. Si alguien está ilusionado o espera cosas buenas, nuestra mente nos ayuda a estar más atentos a las oportunidades o a los aspectos positivos que hay alrededor. Con un pensamiento más negativo estos detalles se pasarían por alto.
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