Creatividad e innovación

Las empresas llevan mucho tiempo intentando innovar. Primero fueron los grupos T, luego el Total Quality Management y la mejora continua, más adelante los equipos de alto rendimiento, luego el Lean start up y, hoy en día, todas hablan de la metodología agile y del mindfulness training . Sin embargo, a decir verdad, todas esas ideas han generado poco cambio.    Si hablamos de resiliencia, innovación o de valor, las empresas no son más capaces que hace cuatro décadas. Sí, es cierto, pueden ser más eficientes e incluso algo más rápidas, pero no esencialmente más capaces.  ¿Por qué? Probablemente porque cuando se trabaja para cambiar una empresa se empieza por procesos y prácticas (qué es lo que hacen, cuál es su proceso para la valoración de los empleados y para el desarrollo del liderazgo, etc.) . Muy pocas veces se trabaja sobre los principios, sobre los paradigmas. Y sin tocar esto, es prácticamente imposible realizar cambios radicales. ¿Crees de corazón que es posible la innovación cu

Algunos seguimos perplejos ante los cambios que se han producido tan rápidamente en los últimos años (también podríamos decir en los últimos meses). Es normal. Estamos acostumbrados a pensar en términos lineales porque eso es justamente lo que hemos observado hasta ahora en la forma en que operaba el mundo. Y lo más trascendente. Con ese tipo de pensamiento es como hemos realizado las predicciones sobre el futuro del milenio. Todas ellas más o menos acertadas hasta ahora.  Sin embargo, ahora ya, utilizar este tipo de pensamiento no tiene sentido. El mundo está gobernado por tecnologías que ya no se progresan en de una manera lineal. Entender este cambio es crítico. Nada volverá a ser como antes y los cambios serán brutales. Exponenciales. Las organizaciones que decidan, desde ya, dejar a un lado el pasado y llegar a ser excelentes a la hora de construir el futuro.   La innovación vertiginosa es lo que permite acogerse a esta gran oportunidad.   Tenlo muy claro: el futuro va a ser mucho

  Si hay una profesión donde la creatividad precisa exprimirse al máximo es la publicidad.  Una de sus máximas es crear algo diferente, para que pueda tener impacto.  Por eso, en ese mundo, no hay que tener miedo a parecer estúpido. Lo saben muy bien los publicistas: todas las ideas valen.  Eso sí, después resulta clave diferenciar las buenas ideas de las malas.  Arriba foto de lo que me parece una genial campaña de marketing. Creatividad en estado puro.

 

  En el año 2000, Blockbuster facturaba más de 5000 millones de dólares. Le surgió la oportunidad de comprar una compañía que estaba apenas surgiendo y también incorporar a su equipo director para gestionar su negocio digital. El precio era atractivo, apenas 50 millones de dólares. Blockbuster rechazó esa propuesta y se jactó de haberla declinado. Esa compañía se llamaba Netflix. Cuatro años después, en 2004, Blockbuster contaba con más de 9000 tiendas en todo el mundo y el 25 % de la cuota mundial. Empezando el 2021, Netflix factura más de 20.000 millones de dólares y Blockbuster no existe. Las grandes compañías de hoy deberían saber comprar a las empresas de hoy que mañana serán gigantes.