Las lagartijas poseen en sus colas unos planos de fractura que les permiten soltar la cola cuando son atacados. Y de esta manera, eventualmente, poder salvar sus vidas.
Inspirándose en esta característica, un investigador valenciano ha ideado una estructura que tiene el potencial de prevenir derrumbes de edificios, salvaguardando de esta forma vidas humanas.
El sistema de construcción, denominado “aislamiento del derrumbe basado en jerarquías” provoca una fractura controlada a lo largo de unos bordes predeterminados en secciones concretas del edificio para evitar que el fallo inicial se propague a la totalidad del edificio y facilitar así el rescate de sus habitantes.
El objetivo es, por tanto, conseguir edificios ultrarresistentes capaces de aguantar situaciones extremas causadas por desastres naturales – riadas, inundaciones, deslizamiento de laderas –, explosiones, etc., su propio envejecimiento, o un mantenimiento y conservación inadecuados.
Con la novedosa técnica de diseño, el edificio presenta continuidad estructural bajo condiciones normales de funcionamiento, pero se segmenta cuando la propagación de un fallo es inevitable, reduciendo así el alcance del colapso y evitando el derrumbe total.
Y lo mejor de todo, el diseño ya está probado. El pasado año, un ensayo pionero en el mundo que permitió validar sus prestaciones. Las pruebas se hicieron con un edificio completo, a escala real, en el que un gran fallo inicial en la estructura se aisló en una parte del edificio, evitando su propagación a toda la estructura.
Nuevamente la naturaleza y la observación de la misma nos inspira a buscar soluciones.
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