Solemos tener muchas cosas en mente. Demasiadas. La mente no es perfecta y la memoria a corto plazo es muy reducida. Nuestro cerebro tiene la mala costumbre de recordarnos las cosas cuando no podemos hacer ya nada al respecto. Todo ello supone frustración y estrés. Sin duda, no es el estado de ánimo más adecuado para ponernos en contacto con la creatividad. La clave es vaciar la mente. Una mente vacía es el requisito indispensable para fluir. Al vaciar nuestra mente aumentará nuestra creatividad porque, de esta manera, siempre estará preparada para algo, abierta a todo.
Personas. Productos. Procesos. Ambiente.