Resulta crítico entender el impacto de la diversidad en las dos fases, muy diferentes, del proceso creativo.
Está claro que los equipos diversos ofrecen claras ventajas para generar un amplio abanico de ideas originales y útiles.
También parece probado por numerosos estudios experimentales que esos beneficios tienden a desaparecer cuando se le pide al equipo que decida cuáles son las mejores ideas y, sobre todo, cuando se le pide que las lleve a la práctica.
Un posible motivo es que la diversidad quizá no sea la mejor opción para llegar a un consenso.
Por tanto, podemos concluir que los equipos muy diversos funcionan muy bien en la zona inicial de exploración de ideas.
En cambio, una vez que se han seleccionado las mejores alternativas, y se han de poner en práctica, es mejor trabajar con equipos más homogéneos (un equipo con una amplia experiencia y con conocimientos de gestión en proyectos de innovación).
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