Cuando hacemos siempre lo mismo, nos aburrimos. Cuando nos aburrimos no conseguimos los mejores resultados posibles. La mejor manera de combatir el aburrimiento es tomar riesgos y concentrarse en disfrutar. Sí, lees bien: hacer lo que necesitemos hacer para introducir placer y emoción en lo que hacemos. Eso conduce inexorablemente a buscar nuevos enfoques y a buscar nuevas ideas. Y cuando aumentamos la calidad de la experiecia en lo que hacemos y nos lo estamos pasando bien, la creatividad florece y los resultados son mucho mejores (y a menudo, llevando a cabo un esfuerzo notablemente menor).
Personas. Productos. Procesos. Ambiente.