Un ingeniero madrileño ha ideado un concepto revolucionario para poder ir a la playa este verano y cumplir con las medidas sanitarias que van regir. El invento en cuestión es un aro de cartón de 2,5 metros de diámetro que, al ponerlo en la arena de la playa, permite que sea ocupado por una persona y, cuando ésta se coloca en el centro del aro, respetar la distancia de seguridad sugerida con otras personas que se hallaran al lado. De este modo, cada persona que vaya a la playa podría llevar su aro propio, instalarlo en la arena y guardar esa distancia mínima de seguridad recomendada con el resto de veraneantes. El invento ya está registrado en la Oficina de Patentes. El ingeniero ahora está dedicando todos sus esfuerzos a comercializar el producto. Un magnífico ejemplo de innovación.
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