El Centro de Tecnología de Repsol ha desarrollado una modalidad autorreparable que se comporta como una herida en el cuerpo humano : al detectar un problema, empieza a cicatrizar. Gracias a la modificación de los betunes que conforman la mezcla asfáltica, los investigadores de la compañía han conseguido que cuando el firme de la carretera comienza a deteriorarse, los polímeros se extienden evitando que se produzcan baches o surcos de gran magnitud. La tecnología de autorreparación no supone un aumento significativo del coste en la fabricación de la mezcla asfáltica. En todo caso, el ahorro obtenido en las labores de conservación no se vería mermado por un aumento en los precios de los materiales asegura la petrolera. La compañía calcula que el ahorro total que se podría conseguir con la aplicación masiva de esta tecnología rondaría el 50% de los costes de mantenimiento y rehabilitación de carreteras. Destacan asimismo las ventajas medioambienta...
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