Cuando las empresas forman grupos para generar ideas y luego ponerlas en práctica, sugiero que esos grupos sean transversales, es decir, una mezcla de altos directivos, mandos intermedios, personal de base e incluso becarios. Obviamente, con tal composición siempre existe el riesgo de que los juniors cedan ante los seniors o que los seniors dominen y aplasten las ideas incipientes. Por tanto, el desafío principal es convertir a este grupo diverso de personas en un equipo que pueda pensar creativamente como iguales y encontrar soluciones a los desafíos de la empresa. La creatividad es frágil si no se le da espacio para crecer. Todo grupo necesita acordar una manera de trabajar que permita que el germen de una idea florezca en acciones definitivas. Por eso, cuando trabajo con estos grupos introduzco algunas reglas. Explico que todos tendrán la oportunidad de contribuir a cada discusión, y les pido que se escuchen atentamente, y sin interrumpir mientras alguien habla....
Personas. Productos. Procesos. Ambiente.