Si hay una profesión donde la creatividad precisa exprimirse al máximo es la publicidad.
Una de sus máximas es crear algo diferente, para que pueda tener impacto.
Por eso, en ese mundo, no hay que tener miedo a parecer estúpido. Lo saben muy bien los publicistas: todas las ideas valen.
Eso sí, después resulta clave diferenciar las buenas ideas de las malas.
Arriba foto de lo que me parece una genial campaña de marketing. Creatividad en estado puro.
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