La disciplina es una práctica muy importante para la creatividad.
Caminar, comer, conversar... buscar conexiones, observar, mantener ese estado de consciencia que nos permite recoger las semillas que luego podremos convertir en algo creativo.
En ese momento, no sabremos nunca si podrán servir o no, pero el estado de consciencia que nos permite observarlas es lo que genera el espacio necesario para crear.
Comentarios