Si quieres potenciar tu imaginación, empieza por aquí.
Las crisis son muy exigentes, y es fácil perder el tiempo y olvidarnos de reflexionar. Pero
no es posible comprender el panorama general, y mucho menos una imagen del futuro,
a menos que retrocedamos y reflexionemos.
Ante las situaciones críticas, operamos con nuestro
sistema nervioso instintivo, nuestro cerebro más antiguo, que en su momento nos ayudaba en las situaciones de alta presión, como por ejemplo salir corriendo cuando veíamos a un depredador. Hoy, este
sistema reduce nuestro enfoque.
Necesitamos entrar en contacto con otro sistema, el parasimpático, que es más de "descansar y digerir". Ese cerebro evolucionó para ser capaz de gestionar las operaciones
mentales y corporales cuando estamos relajados.
Podemos imaginar los días en que éramos cazadores-recolectores, la intensidad mental de la caza, y después el tiempo
de regreso en casa, reflexionando sobre las historias del día, quizá imaginando cómo cazar mejor.
En la situación actual, necesitamos crear el ritmo equivalente de acción y reflexión a medida que navegamos por esta crisis. Algunas de las formas de conectar con ese universo más reflexivo e imaginativo son las siguientes:
* Hacer inhalaciones profundas y exhalaciones más
largas
* Dedicar tiempo tras una comida para descansar, digerir y
reflexionar
* Escuchar o tocar música
* Caminar (aunque sea por el pasillo de tu casa). Eso sí, sin tu teléfono.
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