Si nos acostumbramos a recordar nuestros éxitos y nuestras buenas cualidades personales y prestar menos atención a nuestros "fracasos", empezaremos a experimentar más éxito del que hubiéramos creído posible.
Imagínate que nunca has agarrado una raqueta de tenis y, por tanto, nunca has golpeado una pelota de tenis con ella. Con la práctica, tus fallos disminuirán gradualmente y los aciertos a la hora de darle a la pelota de tenis con la raqueta serán cada vez más frecuentes.
Si la mera repetición fuese la clave para mejorar la habilidad, nuestra práctica nos haría más expertos en fallar que en acertar.
Sin embargo, a pesar de que los fallos superan a los aciertos, cuando uno está en esa situación, cada vez golpea la pelota con la raqueta de tenis con más éxito porque nuestra mente recuerda, refuerza y vive más los intentos con éxitos que los fallos.
Cuando tengas un desafío por delante y estés buscando ideas para solventarlo, trae a tu mente las veces que en el pasado has tenido éxito frente a tantos y tantos desafíos que finalmente superaste.
Cuando tengas un desafío por delante y estés buscando ideas para solventarlo, trae a tu mente las veces que en el pasado has tenido éxito frente a tantos y tantos desafíos que finalmente superaste.
Comentarios