Me hablan en una empresa del error de un empleado que ha costado unas decenas de miles de euros. El proceso estaba perfectamente diseñado y el empleado había realizado esa mezcla otras muchas veces. Fue un descuido.
En creatividad, el fracaso es otra cosa. Fracasar tiene que ver con no moverse por miedo. Y, claro, haciendo esto ya estás fracasando desde el principio. En mi experiencia, nadie es despedido por cometer un error honesto.
Para ser creativo hay que pensar como niños y, sobre todo, disfrutar de lo que hacemos centrándonos en el momento presente, sin calcular lo que vendrá después.
Por otra parte, normalmente, en las empresas, la gente tiene el 100 % de su tiempo ocupado, siguiendo una estructura y unos esquemas de trabajo que no dejan espacio para el juego. Se precisa de mayor libertad para sacar adelante nuevos proyectos.
Comentarios