Estoy seguro de que los fundadores de Nokia no tenían en su cabeza la idea de pasar del papel a las botas de goma, de éstas a los teléfonos móviles y de los teléfonos a infraestructuras en telecomunicaciones.
De igual manera, otras muchas empresas se han visto en la obligación de emprender otros caminos para sobrevivir.
También es cierto que los líderes de otras corporaciones parece que desde siempre han tenido claro qué querían ser, una firme convicción puesta en ejecución de manera perseverante y exitosa. Ahí tenemos al fundador de Alibaba o Amazon, cuyo fundador siempre aspiraba a convertirse en la tienda más grande del mundo.
¿Entonces qué es lo mejor? Bueno, estos últimos casos hay que analizarlos con cuidado. Y dejar de lado el sesgo que siempre ofrece la supervivencia. En otras palabras, para determinar lo idóneo de un ejemplo conviene fijarse también
en todos aquellos que se quedaron por el camino.
Lo que es seguro es que conviene tener los ojos muy abiertos. Y estar dispuesto a escuchar a los empleados que siempre son los que están en primera línea y reciben las señales del entorno.
Desafortunadamente, las empresas suelen hacerles poco caso...
Comentarios