Hablar
de las conocidas grageas de chocolate con leche cubiertas por 150 capas de
azúcar de siete colores diferentes (blanco, rojo, marrón, azul, verde, amarillo
y naranja) es hablar de innovación.
Aunque
mucha gente piensa que se trata de un plagio de los Smarties (a los que sí
parece que plagió M&M's), el invento en cuestión (1982) procede de cuando
los hermanos Lacasa – propietarios de una empresa centenaria fabricante de
turrones – probaron los Lenti, un producto de chocolate del tamaño de
una lenteja, en un viaje a Italia.
A
la vuelta, pensaron en hacer un producto similar en su fábrica de Utebo
(Zaragoza). Los hermanos Lacasa convencieron al maestro chocolatero de la casa
italiana, Romano Quianelli, para que se fuera con ellos. Era 1979. Primero
presentaron un producto parecido al actual en una Feria Internacional y tras el
éxito cosechado siguieron mejorando su receta hasta la que conocemos
actualmente. En quién se inspiró Quianelli para crear un chocolate con forma de
lenteja es un secreto. Lo que no sucede con su receta: chocolate puro y 150
capas de azúcar, y la última coloreada. El nombre del producto procede del
apellido familiar, obviamente.
Los
imitadores aparecieron muy rápido lo cual obligó a la empresa a sellar cada uno
de los Lacasitos con la firma de la casa. Un signo de identidad. Lo que de
momento no ha sido imitado es su tradicional envase en forma de tubo que, en
realidad, es una réplica del envase del Optalidón, un analgésico que tomaba la
madre de los hermanos.
(Una
última curiosidad: con los Lacasitos que se producen al año se podrían
dar dos vueltas y media a la Tierra).
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