A pesar de que es bien sabido que la diversidad en un equipo de trabajo promueve la creatividad y la innovación, muchas empresas parece que se esfuercen por que sus trabajadores sean muy homogéneos, muy similares, muy “cortados por el mismo patrón”. Sin embargo, las culturas corporativas muy homogéneas suponen un importante freno a la creatividad.
La diversidad proporciona flexibilidad ya que para gestionar la diversidad con éxito se precisa tolerar muchos estilos y enfoques diferentes.
Por eso, el verdadero objetivo de la diversidad no debería ser la diversidad en sí misma sino la posibilidad de incrementar la aportación de ideas y de puntos de vista nuevos.
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