Las analogías proporcionan una serie de ideas que permiten establecer vínculos de relación entre elementos aparentemente lejanos.
Pensemos, por ejemplo, en una impresora y en una taza de café. En principio, se trata de elementos muy dispares, ¿verdad? Sin embargo, la analogía establecida por Nestlé a partir del modelo de negocio de las impresoras y su aplicación al mercado del café ha revolucionado su cuenta de resultados.
Si nos detenemos a pensar un poco, esencialmente el modelo de Nespresso es una réplica (analogía, desde el campo de la creatividad) del modelo de negocio que rige en el mercado de los consumibles informáticos. (De hecho, Nestlé ha ido incluso más allá dado que ha logrado romper el esquema ordinario de comercialización, esto es, la vinculación con las grandes superficies).
Lo que sucedía con los cartuchos de impresora sucede ahora con las cápsulas de café. El negocio desde luego no está en las máquinas (¿todavía no te han regalado una?) como tampoco estaba en las impresoras. En realidad, las máquinas de ambos negocios cuentan con unos márgenes muy ajustados con el fin de que el consumidor pueda acceder fácilmente a ellas. El negocio se encuentra en los consumibles.
Desde luego, este hecho no le resta ningún mérito a la idea. Muy al contrario. Concretar una analogía y que ésta tenga éxito no resulta tan sencillo. Por más buen café, bien envasado, publicitado y vendido que esté.
Piénsese por ejemplo en el mercado del aceite de oliva o incluso en el del jamón y en las dificultades que están teniendo las empresas de estos sectores para ser innovadoras y romper con los esquemas habituales.
Comentarios
Hay un potencial en valor. En España, el cafe en dosis individuales representa menos del 1 % del consumido en el hogar (molido). Se prevé que en tres o cuatro años el 35% del café que se consuma en el hogar serán porciones individuales.
El consumidor primero debe adquirir una máquina (tetera) desarrollada por la empresa Bayel en Francia que incorpora dos tazas especialmente concebidas para las cápsulas.
Al parecer hay un nicho de mercado a quienes les gusta todo lo relacionado con el bienestar.
La infusión está lista en 50 segundos, en lugar de los cinco minuntos de media de una infusión tradicional.
RZ
Un saludo,
Javier González
Y ya conoces lo que asegura el dicho: "cuando el dinero entra por la puerta el amor (a la tradición, en este caso) sale por la ventana"...
Saludos,