Fíjese en las personas que tiene a su alrededor. Ya sea en casa o en el trabajo, no importa. ¿Se equivocan con una cierta frecuencia o, más bien, rara vez cometen errores?
Siempre que se encuentre en un entorno, personal o empresarial, en el que las personas no se equivocan puede con seguridad achacar esa circunstancia a algo muy fácil de evidenciar: ahí no existe el riesgo y las personas no ponen al límite sus capacidades.
¿Qué hacen entonces? Se conforman. Se conforman con repetir rutinariamente aquello que saben con total certeza que pueden hacer una y otra vez sin equivocarse.
La creatividad en estos entornos es sencillamente impensable.
Comentarios
Buen punto ... daría para muchos comentarios, aunque me quedo con una frase, creo que de Emil Krotky: "El que no hace nada no se equivoca; pero no hacer nada es una equivocación".
Dicho esto, creo que hay que incluir elementos culturales -suena muy fino :)- y es que -razones desconocidas- algunas culturas alientan el riesgo y la equivocación, cuando algunas otras los rechazan o incluso penalizan.
Hay debate para rato ....
Pero convendría no dejar de lado otros aspectos: ¿qué hay por ejemplo de la responsabilidad personal en decidir arriesgarse?