El ruido blanco es un tipo de sonido constante que contiene todas las frecuencias audibles en la misma intensidad (como el sonido de una televisión sin señal, el aire acondicionado o una cascada de agua). Este tipo de ruido sirve para enmascarar otros sonidos, creando una especie de “colchón sonoro”.
Existen varias conexiones entre el ruido blanco y el pensamiento creativo.
Reducción de distracciones - El ruido blanco ayuda a bloquear sonidos molestos o variables del entorno (como voces, tráfico, etc.). Al reducir las distracciones, permite que la mente entre en un estado más concentrado, ideal para procesos creativos.
Fomenta el pensamiento divergente - Algunos estudios sugieren que un nivel moderado de ruido ambiental (alrededor de 70 dB) - como el que puede simular el ruido blanco - estimula el pensamiento divergente, que es clave en la creatividad. Por ejemplo, en un café con ruido ambiente suave, la gente tiende a ser más creativa que cuando está en un lugar que se halle en completo silencio o con mucho ruido.
Facilita el estado de “flow” - Al reducir el ruido cognitivo (pensamientos intrusivos), el ruido blanco puede ayudar a que el cerebro entre en estados más fluidos y enfocados, favoreciendo así momentos de inspiración y claridad mental.
Mejora el sueño y el descanso - Sin duda, un descanso adecuado potencia el pensamiento creativo. Escuchar ruido blanco durante el sueño puede por tanto mejorar la calidad del descanso, y un cerebro bien descansado tiene más capacidad para resolver problemas de forma innovadora.
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