Relata una anécdota que le sucedió a ella misma con su suegra ante una de sus hijas. Su suegra alababa a la pequeña por lo guapa y simpática que era, por lo bien que bailaba y además porque es muy inteligente.
Polgar corrigió a su suegra. Debería haberlo dicho en el orden inverso.
De manera análoga, los entrenadores de chicos de gran talento les dicen que pueden ser campeones del mundo; los de chicas, que pueden ser campeones femeninas.
Frases asesinas.
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