El teletrabajo es un fenómeno irreversible. Falta por aclarar, eso sí, las dimensiones que alcanzará en cada empresa en particular. Los expertos opinan que la mayor parte de las compañías adoptarán el hábito de trabajar cuatro días desde la oficina y uno desde casa.
Con todo, cada día aparecen más voces en contra del teletrabajo. Sin duda, va bien a muchas personas y también a las empresas por el ahorro de costes que supone pero también requiere de mucha autodisciplina para levantarte, vestirte, asearte y realizar una serie de hábitos que te preparan para el trabajo que vas a hacer. No todo el mundo está preparado para ello.
Pero el principal desafío del teletrabajo es sin duda la creatividad. En la modalidad de telepresencia, el trabajo creativo es muy difícil. Lo vemos con las reuniones que, celebradas a distancia, empeoran notablemente y a partir de cierto número de personas son impracticables.
En el trabajo creativo se estima que una hora presencial necesita tres o cuatro a distancia (a veces es casi imposible).
No es de extrañar por tanto que si bien algunos departamentos de empresas han notado un funcionamiento adecuado con el teletrabajo, los departamentos que más se han resentido en la eficiencia de su trabajo han sido los de investigación y desarrollo.
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