Cuando el mar tiene mucho movimiento, puede ocurrir una discrepancia entre lo que la persona ve y lo que percibe a través del sentido del oído interno; esta es la causa de los mareos.
Cuanto
más suave sea el desplazamiento, las posibilidades de que una persona se maree serán
menores. Para contrarrestar los efectos de estos movimientos a bordo, se
desarrollaron una serie de sistemas denominados “estabilizadores”.
Los estabilizadores están diseñados para reducir el
movimiento oscilante del buque, y así hacer que el barco se mueva con
mayor suavidad. Generalmente se utilizan en buques de pasaje como cruceros,
para reducir la sensación de mareo y mejorar el bienestar a bordo.
Los
estabilizadores más comunes son del tipo “aleta”, y se hallan bajo la línea de
flotación. Suele ser un mecanismo retráctil, lo cual permite controlar su
utilización según las condiciones meteorológicas. Una vez en uso, los
estabilizadores trabajan de forma automática para reducir los balanceos del
buque, modificando cuando sea preciso el ángulo de ataque puede variar.
Se estima que el mecanismo en cuestión reduce la sensación de balanceo en más de un 90 %.
Esta tecnología proviene, una vez, de la observación cuidadosa de la naturaleza. Muchos peces, como por ejemplo los tiburones, cuentan con sus aletas pectorales para desarrollar exactamente la misma función.
Comentarios