La imaginación no solo tiene lugar a nivel individual. Las ideas evolucionan y se propagan cuando circulan de mente en mente. Por eso, las organizaciones precisan potenciar la imaginación colectiva.
La clave es, no solo permitir, sino también potenciar el que se compartan las nuevas ideas aunque estén en desarrollo. Por ejemplo, creando foros donde las personas se comuniquen de manera informal, sin jerarquías, sin informes que realizar, sin permisos o justificaciones.
Lo contrario, es aniquilar la imaginación y la difusión de ideas. Un caso muy frecuente es crear silos funcionales que no se comunican a los demás e inducir al miedo al solicitar que se esté a la altura de lo que se requiere aportando ideas "sensatas". Ya sabes, la practicalidad y apelando el afamado sentido común.
Obviamente, es muy difícil distinguir entre ideas sin mérito e ideas que son desconocidas, no desarrolladas o contradictorias. Cuando no hay soluciones sencillas, necesitamos abrirnos en lugar de restringir el embudo a las nuevas ideas.
Por eso, no lo dudes y comparte tus ideas. Saldrás ganando.
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