Todos
sabemos que la diversidad social en un grupo con frecuencia causa incomodidad,
interacciones más ásperas, falta de confianza, mayor conflicto interpersonal
percibido, menor comunicación, menor cohesión, mayor preocupación por falta de
respeto y otros problemas. Entonces, ¿Cuál es la ventaja de la diversidad?
Hay
algo evidente: si se quiere crear equipos u organizaciones capaces de innovar,
se necesita diversidad. La diversidad aumenta la creatividad. Alienta la
búsqueda de información y perspectivas nuevas que conduzcan a una mejor toma de
decisiones y a la resolución de problemas. La diversidad puede mejorar el
balance de las empresas y conducir a descubrimientos importantes y a innovaciones
revolucionarias. De hecho, simplemente estar expuesto a la diversidad puede
cambiar la forma de pensar.
Esta
es la conclusión de las investigaciones de científicos organizacionales,
psicólogos, sociólogos, economistas y demógrafos.
Las
personas que son diferentes entre sí (en raza, género y otras dimensiones)
aportan información y experiencias únicas para llevar a cabo la tarea que tienen
en sus manos. Un ingeniero masculino y un ingeniero femenino podrían tener
perspectivas tan diferentes entre sí como ingenieros y físicos, y eso es algo
bueno.
Estar
con otros similares nos lleva a pensar que todos tenemos la misma información y
compartimos la misma perspectiva. Esta perspectiva es lo que dificulta la
creatividad y la innovación.
Cuando
escuchamos disentimiento de alguien que es diferente de nosotros, provoca que
pensemos más que cuando ese disentimiento viene de alguien que se parece a
nosotros.
Cuando
el desacuerdo proviene de una persona socialmente diferente, nos incita a
trabajar más duro. La diversidad nos sacude en la acción cognitiva de maneras
que la homogeneidad simplemente no lo hace.
Por
ejemplo, agregar diversidad social a un grupo hace que la gente crea que pueden
existir entre ellos diferencias de perspectiva y esa creencia hace que las
personas cambien su comportamiento.
Los
miembros de un grupo homogéneo asumen que estarán de acuerdo unos con otros;
que comprenderán las perspectivas y creencias del otro; que serán capaces de
llegar fácilmente a un consenso.
Pero
cuando los miembros de un grupo se dan cuenta de que son socialmente diferentes
entre sí, cambian sus expectativas. Anticipan diferencias de opinión y de perspectivas.
Asumen que tendrán que trabajar más para llegar a un consenso. Y esta lógica explica
tanto el lado positivo como el negativo de la diversidad social: la gente
trabaja más duro en ambientes diversos tanto cognitiva como socialmente.
Y
el trabajo duro conduce a mejores resultados.
Así
es como funciona la diversidad: promoviendo el trabajo duro y la creatividad;
alentando la consideración de alternativas incluso antes de que tenga lugar
cualquier interacción interpersonal. El dolor asociado con la diversidad puede
considerarse como el dolor del ejercicio. Uno ha de esforzarse para hacer
crecer sus músculos. El dolor, produce el
beneficio, la ganancia. De igual manera, se necesita diversidad - en equipos, organizaciones y en la sociedad
en su conjunto - si queremos cambiar, crecer e innovar.
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