Las denominadas empresas tecnológicas (Apple,
Microsoft, Google, IBM, Facebook, Alibaba…) no sólo mueven intereses económicos
y políticos, sino que sus movimientos también pueden afectar al empleo, la
economía y la creación de opinión en la sociedad. Y, por tanto, llegar a
ejercer una gran influencia.
Consciente de ello, Dinamarca será el
primer país del mundo en crear (a partir de septiembre) un puesto de embajador
digital para mantener relaciones con estas grandes compañías tech.
Detrás de esta decisión subyace la
creencia de que la diplomacia está cambiando y de que las fake news (noticias
falsas), los robots que hacen el trabajo de profesionales, los drones, la
inteligencia artificial, los coches sin conductor, la captación para redes
yihadistas, etc. están adquiriendo espacio en los debates políticos, económicos
y éticos en la mayoría de países del mundo industrializado.
Valgan un par de ejemplos: la suma de los
valores bursátiles de Google y Apple es tal que, de ser Estados, estarían a las
puertas de pertenecer al G20, el grupo de países cuyas economías son las
más potentes del mundo. Microsoft posee un valor en el
mercado que equivale a toda la riqueza de Suecia o de Bélgica (PIB).
Ante esta tesitura, desde
luego, los países no deberían sentarse a contemplar y esperar a ver qué sucede.
Por cierto, si quieres optar al puesto
aún estás a tiempo (no hace falta ser diplomático). Eso sí, como puedes suponer,
tendrías que mudarte a Silicon Valley.
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