Leerás y escucharás por ahí que según la situación de cambio de
que se trate, se puede ser innovador o reactivo. Pero cuando oigas esto piensa
solamente en las personas. No en las organizaciones.
Las organizaciones, debido a sus inercias, ya están en un lado o en el
otro. ¿Has oído hablar de la cultura corporativa? Pues ya sabes de que hablo.
Las empresas quieren ser ágiles y creativas, pero al mismo
tiempo controlan todo y todo el mundo (hablo de liderazgo y de cultura). Sin
embargo, hay algo que está muy claro: no se puede tener innovación sin
renunciar al control.
Por ejemplo, si se quiere fomentar la creatividad y el pensamiento
crítico, no se puede pensar por la gente. Por tanto, los líderes deben pasar de
pensar por su gente (control) a facilitar que la gente piense por sí misma.
Si una empresa pretende tener ambas cosas, desarrollará una cultura
donde la gente se sentirá "insegura". Esto también supondrá
gastar mucha más energía que en una situación donde la gente
es innovadora, en la que siempre se hace más con mucho menos.
Comentarios