La aparición de las nuevas tecnologías, en general, y de las redes sociales en particular han modificado los modos de hacer de las personas. Desde luego, estos nuevos hábitos también inciden en la creatividad y en la innovación.
La
propagación de estas nuevas formas de comunicación, por ejemplo, han irrumpido en la actividad íntima que desarrollamos en el baño, y cada vez son más
las personas que entran al mismo acompañados por su dispositivo móvil o su tableta para no perder detalle de lo que sucede en la red.
Un
estudio hecho público recientemente por una empresa de sanitarios
ha concluido que uno de cada cinco británicos publica
contenidos en sus redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram mientras están dentro del baño. Además, un 20% está “activamente conectado” a la red, realizando consultas y gestiones relacionadas con el banco, compras por internet y
envío de correos electrónicos de trabajo. Y un 25% de los encuestados
reconoce que ha realizado o recibido alguna llamada mientras estaba en
el servicio.
Otras
investigaciones análogas destacan también el aumento
progresivo del uso de las redes sociales en el retrete. En España,
distintos estudios concluyen que un 15% de la población consulta las redes
sociales en el baño. En Estados Unidos, la cifra asciende hasta un 27%, y
3 de cada 10 jóvenes americanos de entre 18 y 24 años se conecta a una
red social mientras se encuentra en el baño. Y según los datos, ellos
son más propicios que ellas a la hora de utilizar las redes sociales en
este ámbito.
En otras palabras, ahora somos
mucho más activos socialmente en el baño que antes.
No hace mucho, se hablaba de las 3B como esos lugares especiales donde se nos ocurrían las mejores ideas (Bus, Bed y Bath). Si tenemos en cuenta lo señalado en la entrada tal vez haya que cambiar el orden de la citada lista...
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