Las emociones negativas han evolucionado hasta reducir la visión de la gente e impulsar su comportamiento hacia la supervivencia (ya sea luchando o evadiendo).
Sin embargo, las emociones positivas tales como la diversión, la apreciación, la alegría, el interés y la gratitud actúan en sentido contrario: amplían las ideas de las personas sobre posibles acciones, abriendo nuestra consciencia a un rango más amplio de pensamientos y nos hace más receptivos y creativos.
Además, la positividad hace que las personas con las que nos encontramos se muestren más abiertas a posibilidades y quizá también más abiertos a alcanzar acuerdos que sean satisfactorios para ambas partes.
Comentarios