En mis cursos y conferencias con frecuencia detecto cómo muchas personas piensan que somos más creativos cuando trabajamos bajo la presión del tiempo. Sin embargo, las investigaciones muestran todo lo contrario: somos menos creativos cuando luchamos contra el reloj.
De hecho, existe incluso una especie de "resaca" en relación a la presión del tiempo. Cuando las personas trabajamos bajo una gran presión, nuestra creatividad se reduce no sólo en ese día, sino en los días siguientes también.
La presión del tiempo sofoca la creatividad porque, esencialmente, no podemos comprometernos profundamente con el problema. La creatividad requiere de un período de incubación, las personas necesitamos tiempo para sumergirnos en el problema o foco creativo y dejar que las burbujas de las ideas emerjan.
De hecho, no es tanto la fecha límite lo que constituye el problema. Muy a menudo son las distracciones las que impiden que en estas situaciones realicemos avances creativos. Desde luego, podemos ser creativos cuando estemos bajo presión, pero únicamente si somos capaces de centrarnos en el foco creativo.
De hecho, no es tanto la fecha límite lo que constituye el problema. Muy a menudo son las distracciones las que impiden que en estas situaciones realicemos avances creativos. Desde luego, podemos ser creativos cuando estemos bajo presión, pero únicamente si somos capaces de centrarnos en el foco creativo.
Debemos pues protegernos de las distracciones y saber que el trabajo que tenemos entre manos (el foco creativo) es realmente importante y que todo el mundo se comprometa firmemente a ello.
En muchas organizaciones, la gente no entiende otra urgencia que no sea la de alguien que en alguna parte tiene que hacer algo ya.
Comentarios
Trabajar bajo la presión de un cierre de revistas, mensualmente, acaba siendo agotador. Y no, no favorece en absoluto la creatividad, más bien al contrario, todo tiende a 'rutinizarse' en favor de la efectividad del proceso de producción, siempre teniendo en mente la fecha límite.