Lily Robinson, que apenas supera los tres años de edad, se vuelve a su madre con un pedazo de pan en la mano y le pregunta: “¿por qué se le llama Pan de Tigre si se parece a una jirafa?”.
El pan que sostiene la niña es el Tiger
Bread, un producto que lleva décadas ocupando los lineales de la cadena
británica de supermercados Sainsbury’s.
La respuesta que le dio su madre no satisfizo a Lily y decidida, y con la colaboración de su progenitora, decidió escribir a la
atención al cliente de la empresa. La misiva va directamente al grano: “Querido Sainsbury’s, ¿por qué al pan de tigre se le llama Pan de Tigre? Debería llamarse pan de jirafa. Con cariño, Lily Robinson.
Edad 3 y medio”. El texto va aderezado con un garabato que hace
inconfundible que la artífice es una niña de muy corta edad.
La carta, con la lógica inapelable de un niño, y gracias a Facebook, se ha
convertido en viral y también se ha convertido en una de las mejores lecciones de marketing creativo de los últimos tiempos.
La tercera
cadena de supermercados del Reino Unido decidió, de hecho, cambiar el nombre de su
panecillo atendiendo la demanda de la cría.
Semanas más tarde, Chris King,
responsable de atención al cliente de la cadena de supermercados
leyó la carta. King no pudo
reprimir la sonrisa y decidió otorgar a la "queja" de Lily el peso
específico que merecía.
King redactó otra carta reconociendo que tenía razón, que
el nombre era un poco absurdo y que el panecillo se parecía más al lomo
de una jirafa y no a un tigre. “Le pusimos ese nombre porque hace
mucho tiempo, el pastelero que lo hizo dijo que se parecía a un
tigre”, escribió, y como compensación, añadió un cheque regalo de 3
libras, firmando la misiva con un “Chris King, 27 años y medio". La madre de Lily publicó el intercambio de cartas en su blog y las redes sociales hicieron el resto.
El
asunto enseguida se convirtió en trending topic en Twitter y pronto
ascendió a los primeros puestos en promotores de noticias como Reddit. Posteriormente, Sainsbury’s decidió cambiar el nombre al panecillo en una medida que ha encandilado a la red. Por el momento, más de 150.000 personas han pulsado a “Me gusta” en la entrada en el muro de Facebook con la foto de las cartas.
El
supermercado pretende seguir explotando esta vía y ahora propone a sus
clientes que no duden en compartir sus impresiones sobre el cambio de
nombre, al tiempo que Chris King se ha convertido en todo un héroe, con
múltiples fans en una página en Facebook que le han dedicado los propios
clientes.
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