Nuestro cerebro, como el cuerpo, también necesita hacer ejercicio para mantenerse en forma. Si no ejercitamos el cerebro, éste se acomodará y perderá dinamismo. Y, como sabes perfectamente, la creatividad no suele sentarse junto a la comodidad.
Ejercita tu cerebro leyendo todo lo que puedas sobre los temas más diversos (no sólo sobre lo que te gusta).
La lectura pone al cerebro a trabajar y además de proporcionar información que posibilita realizar conexiones creativas con más facilidad, puede constituir una importante fuente de inspiración.
Dialoga con personas inteligentes y alégrate cuando se presenten desacuerdos. Argumentar puede ser una excelente manera de proporcionar a las células del cerebro el entrenamiento que necesitan .
Pero ten en cuenta, que mientras discutir sobre cómo se aborda un reto creativo, sobre arte o sobre directores de cine puede ser bueno para ti y para tu cerebro, discutir sobre quién debe tender la lavadora no suele ser bueno para nadie.
Comentarios