Las personas poseemos distintos tipos de pensamiento. Algunos están más instaurados en nuestro habitual proceder que otros.
Hay personas que prefieren hacer las cosas a su manera, sin demasiadas preconcepciones. Este estilo de pensar (y también de hacer) es el denominado estilo inventivo.
Otras personas prefieren que les digan o les sugieran lo que deben hacer, su preferencia consiste en llevar a término las ideas que otros les dan, en lugar de inventar las suyas. Es el estilo de implementación.
Existe otro tipo de pensamiento que es el de aquellas personas que prefieren evaluar y criticar situaciones en lugar de tomar parte en ellas. Se trata entonces del estilo evaluativo.
Desde luego, todos tenemos todos los estilos pero, como señalaba al principio de la entrada, es muy probable en cada uno de nosotros predomine un estilo particular. Esta preferencia determina la forma en cómo abordamos los problemas y en cómo afrontamos la creatividad.
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