Pasarlo bien, divertirse, reír, trabajar en un ambiente distendido y no formal favorece enormemente la creatividad y la aparición de nuevas ideas. Y creo firmemente que eso no sólo es muy recomendable para la organización y para las personas que la integran sino que puede conseguirse en el trabajo.
Quiero compartir con los lectores de este blog una anécdota personal. Durante una parte de mi trayectoria profesional estuve trabajando en una empresa multinacional. En la sala donde tenían lugar las presentaciones y las formaciones había una silla que en la parte superior tenía las orejas de Mickey Mouse, el conocido ratón emblema de la factoría Disney. Esa silla sólo podía ser utilizada por el formador o conductor de la sesión y siempre permanecía en un primer plano.
Para cualquier persona ajena a la organización podía resultar una silla cualquiera, curiosa, pero una silla al fin y al cabo. Para los que trabajábamos allí representaba mucho más. Constituía un "anclaje" algo que nos recordaba lo que tenía que suceder en aquel espacio si queríamos tener éxito con la audiencia.
¿Qué era eso que tenía que pasar en esa sala? Pues justamente de lo que nos viene a la cabeza cuando pensamos en Mickey o en Disney: diversión, frescura, inocencia, disposición a aprender y a desaprender, aventura...
Tener la silla allí presente, en un primer plano, nos ayudaba a acordarnos de lo importante que es no perder de vista esas "pequeñas cosas".
¿Te acuerdas suficientemente de lo importante que es para la creatividad pasarlo bien?
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