Creatividad e innovación

Hace unos cuanto años Tim Harford, uno de los divulgadores más reputados del mundo, escribió un fascinante libro sobre las cincuenta innovaciones que han cambiado el mundo. La primera de ella fue el arado que provocó una revolución que convirtió al cazador recolector en agricultor (y que a la postre supondría el inicio de la civilización). Otros ejemplos son muy conocidos y, de una u otra manera, los he abordado en este blog: la bombilla (fíjate su tiene un estatus potente que es el símbolo visual para representar una idea); el reloj, el radar, el plástico, el motor diésel, el gramófono, la dinamo, el papel, el hormigón, los robots, Google...    Y hay unos cuantos que, probablemente debido a que los tenemos tan cerca, no solemos pensar en el cambio de paradigma que supusieron: los precocinados, la cadena de frío, el contendedor de mercancías, el código de barras, el alambre de púas, el sifón en "S" (elemento clave para crear el lavabo), los fondos cotizados,...

¿Cómo se está adaptando nuestro negocio a los avances en inteligencia artificial? ¿Están nuestros productos abordando la creciente demanda de los consumidores por gestionarlo todo desde dispositivos conectados a Internet?¿Está nuestra empresa lista para la conexión inalámbrica móvil 5G? Si a tu empresa le interesa el futuro, estas cuestiones tendrían que estar discutiéndose ahora mismo. Mantener una ventaja competitiva requiere de la innovación. Obviamente, ninguna persona en solitario puede gestionar las innovaciones de una empresa por si solo; necesita que todo el equipo de liderazgo esté en lo mismo. Para fomentar la innovación, todos los ejecutivos, directores y gerentes de la organización deben apoyar las ideas creativas, pensar estratégicamente y desafiar el status quo. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. No se puede simplemente hacer de la innovación un mandato; hay que hacerlo un hábito. ¿Cuáles son entonces las claves para la innovación? Innovar signifi

Se calcula que cada día recibimos de media 3000 impactos  publicitarios. Esto supone, un millón de impactos en el conjunto del año. Obviamente, la cifra incluye desde los anuncios que percibimos cuando vamos de paseo por la calle hasta los anuncios televisivos.  Los más efectivos, sin embargo, son los que vemos en televisión, alrededor de cien cada día. Como la Ley General de Comunicación audiovisual establece que la parrilla publicitaria de cada cadena no debe superar los 12 minutos por hora, los anunciantes tienen que ingeniárselas para tener éxito en este contexto. Es verdad que los españoles consideramos que el 91 % de las marcas son prescindibles, pero aún así se estima que la popularidad de los anuncios aumenta la intención de compra en un 9 %; la recomendación a otros consumidores en un 7 % y la disposición de éstos a pagar un poco más por el producto o servicio un 10 %.   Ahora el nuevo consumidor es muchísimo más crítico y las campañas exitosas deben trabajar