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Mostrando entradas de enero, 2022

El peligro de una elevada innovación

No es sorprendente que los trabajadores dejen las empresas con culturas tóxicas. Lo hacen en cuanto les resulta posible.  Sí resulta contraintuitivo que los empleados tengan más probabilidades de abandonar aquellas empresas que son innovadoras.  Un reciente estudio del MIT ha descubierto, en una muestra de las empresas Culture 500, que cuanto más positivamente hablaran los empleados sobre la innovación en su empresa, más probable era que renunciaran al puesto.  Las tasas de deserción de las tres empresas más innovadoras de Culture 500 (Nvidia, Tesla y SpaceX) son tres desviaciones estándar más altas que las de sus respectivas industrias.  Y es que mantenerse en la vanguardia de la innovación generalmente requiere que los empleados trabajen más horas, trabajen a un ritmo más rápido y soporten más estrés que en una empresa que se mueve más lentamente.  El trabajo puede ser emocionante y satisfactorio, pero también difícil de sostener a largo plazo.  Cuando los empleados califican positiv

Recuperar la mentalidad infantil

Mirar con ojos de niño es algo que deberíamos preservar para seguir en contacto con la innovación.  Aplicar la mentalidad infantil en las empresas tiene tres beneficios muy importantes: el atrevimiento, la curiosidad y la honradez.  El atrevimiento, algo muy propio de los infantes; es no conocer los miedos irracionales, esos que se han construido irracionalmente y que limitan nuestras acciones. Esta cualidad también nos permite dejarnos guiar por el corazón o por la intuición, sin miedo al qué dirán o por temor a romper lo que se ha hecho siempre en un lugar. Obviamente, en la empresa,  la osadía por hacer las cosas de manera diferente y aportar ideas originales es, hoy en día, algo fundamental.  La curiosidad también es típica de los niños y niñas. Lo preguntan todo y no dan nada por supuesto. Aunque una cosa lleve haciéndose de una manera determinada desde siempre, eso no es motivo para evitar el cuestionamiento infantil y, si es necesario, ponerla en duda. La curiosidad está relacio

Mentalidad de crecimiento

El miedo al fracaso detiene la creatividad y también nos impide avanzar en la vida. En mis cursos he comprobado repetidamente como muchas personas consideran que nunca tuvieron el talento o habilidad para tal o cual cosa y también que probablemente nunca lo tendrán. Son personas con una "mentalidad fija". Otras, en cambio, parecen aceptar los desafíos y las decepciones como oportunidades para reorientar su pensamiento. Podemos decir que poseen una "mentalidad de crecimiento".  Sin embargo, el fracaso es una condición inevitable de nuestra vida diaria. Es más bien la forma en cómo abordamos ese fracaso lo que determina si tenemos una mentalidad fija o si estamos preparados para el crecimiento.  Por supuesto, aquellas personas que creen que son miembros del grupo con "mentalidad de crecimiento" tienden a generar ideas más creativas que las personas que se consideran con una "mentalidad fija". 

Te van a criticar (hagas lo que hagas)

En cierta ocasión, un maestro escribió en la pizarra : 9 x 1 = 9 9 x 2 = 18 9 x 3 = 27 9 x 4 = 36 9 x 5 = 45 9 x 6 = 54 9 x 7 = 63 9 x 8 = 72 9 x 9 = 81 9 x 10 = 91 El caos se instauró repentinamente en el aula porque el profesor había cometido una equivocación. La respuesta correcta a  9 × 10 es 90, y no 91. Todos los estudiantes se rieron del error.  El profesor esperó pacientemente a que todo el mundo se callase y entonces dijo: " A pesar del hecho de que he analizado nueve problemas correctamente, nadie me ha felicitado. Sin embargo, cuando he cometido un error, todo el mundo ha comenzado a reírse y a burlarse. Esto también sucede en la sociedad. Incluso cuando una persona tiene éxito, la sociedad le hará saber rápidamente cualquier pequeño error o desliz. Y disfrutarán con ello.  Por eso os sugiero que no permitáis que el criticismo destruya vuestros sueños y vuestras ideas. La única persona que nunca comete un error es aquella que no hace nada ". 

Abandonar lo iniciado

¿ Has oído mencionar alguna vez a Panasonic? ¿Y a sus televisores? Estoy seguro que sí. A lo mejor hasta tienes (o has tenido) uno. Si es así, disfruta de él. Será el último de esa marca que tengas. Panasonic ha decidido dejar de fabricar televisores y cierra dos de sus plantas donde actualmente se están fabricando.  La razón oficial es su deseo de transformarse en una empresa tecnológica. La razón más plausible: pérdidas durante varios años consecutivos. ¡Y apuestas fallidas! Efectivamente, Panasonic apostó el año 2000 por las pantallas de plasma, pero este tipo de pantalla ofrece pocas ventajas competitivas frente a las pantallas de cristal líquido, con un coste mucho más bajo y muy sencillas de fabricar.    Una notable lentitud en la toma de decisiones ha contribuido a mantener el negocio de los televisores bastante más tiempo del necesario.  Siempre que uno hace una apuesta puede fallar pero quizás el no saber retirarse a tiempo constituya el mayor de los problemas.