Nació en San Francisco en
2009, en plena crisis, como una alternativa más de transporte urbano. Ahora
Uber ha sacudido los pilares de un sistema cuyas reglas dejan fuera de juego a
sus coches.
Centenares de miles de usuarios lo apoyan. Para ellos, supone una
revolución motora. Para sus detractores, en cambio, Uber - que ha
puesto en jaque a la industria del taxi - fomenta la piratería sobre
ruedas.
El modelo de negocio que promueve
esta empresa consiste, básicamente, en poner en contacto a través de una aplicación de
teléfono a conductores privados con personas con necesidad de transporte. Un
tipo de "autostop 2.0" que hace que potencialmente cualquiera que
tenga un coche propio pueda ejercer como si fuera un taxista una vez que Uber
da su visto bueno. Uber, hace dinero con una comisión sobre el monto final de cada
carrera.
Las discusiones son frenéticas y
numerosas quejas e incluso manifestaciones y huelgas de taxistas se suceden en
distintas ciudades europeas.
¿Qué pasará con esta idea? (Uber) ¿Prosperará?
Repasemos la historia reciente. En San Francisco, donde empezó todo, el gremio de taxistas
les demandó en noviembre de 2012. En septiembre de 2013,
el parlamento californiano dio el paso y aprobó una
regulación que ampara servicios como los de Uber y compañías similares. La batalla sigue abierta para los servicios al
aeropuerto, donde los conductores requieren de un permiso especial. Uber no
quiere ceder y los gestores aeroportuarios tampoco. Los viajeros, sin embargo,
siguen utilizando la aplicación del móvil para ir a coger el avión.
En enero de
2014 un tercio de los taxistas ya había empezado a trabajar con Uber.com
Mi predicción es la siguiente: proliferarán por doquier nuevos modelos de negocio colaborativo que harán que muchas formas de hacer las cosas tengan que ser repensadas en profundidad.
Mi predicción es la siguiente: proliferarán por doquier nuevos modelos de negocio colaborativo que harán que muchas formas de hacer las cosas tengan que ser repensadas en profundidad.
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