A Balazs Kerulo, ingeniero aeronáutico húngaro, se le ocurrió la idea de crear una moto voladora cuando leyó en un blog que un dron nunca podría transportar a una persona.
En esa rotunda afirmación supuso un gran reto para él y, tras realizar algunos cálculos, concluyó que era posible. Finalmente, diseñó un tricóptero impulsado por un motor eléctrico híbrido para demostrar que un dron puede transportar a una persona.
En unos meses consiguió elevar a un hombre en el aire. Colgó el vídeo en YouTube y, en menos de una semana, recibió más de un millón de visitas.
El proyecto permitió a Kerulo darse a conocer y, ahora, el concepto de la moto voladora dispone de financiación y cuenta con un equipo de investigación que trabaja en ella.
El denominado Flike, es un tricóptero (un dron con tres rotores) que, una vez terminado, podrá transportar a una persona que pese hasta 100kg a 100km/h.
Los usuarios necesitarán la licencia de piloto de ultraligeros para conducirlo. Se cree que Flike se venderá bien en Emiratos Árabes Unidos, donde muchas personas disponen de los ingresos necesarios para adquirir uno (las primeras unidades saldrán a un precio de 100.000 euros).
El vehículo también tiene la capacidad para emplearse en misiones de búsqueda y de rescate o para permitir el acceso rápido del personal de emergencias al lugar de un accidente.
Curiosamente, la mayor dificultad para hacer realidad el proyecto es conseguir los permisos de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (Aesa) o los de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.
En unos meses consiguió elevar a un hombre en el aire. Colgó el vídeo en YouTube y, en menos de una semana, recibió más de un millón de visitas.
El proyecto permitió a Kerulo darse a conocer y, ahora, el concepto de la moto voladora dispone de financiación y cuenta con un equipo de investigación que trabaja en ella.
El denominado Flike, es un tricóptero (un dron con tres rotores) que, una vez terminado, podrá transportar a una persona que pese hasta 100kg a 100km/h.
Los usuarios necesitarán la licencia de piloto de ultraligeros para conducirlo. Se cree que Flike se venderá bien en Emiratos Árabes Unidos, donde muchas personas disponen de los ingresos necesarios para adquirir uno (las primeras unidades saldrán a un precio de 100.000 euros).
El vehículo también tiene la capacidad para emplearse en misiones de búsqueda y de rescate o para permitir el acceso rápido del personal de emergencias al lugar de un accidente.
Curiosamente, la mayor dificultad para hacer realidad el proyecto es conseguir los permisos de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (Aesa) o los de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.
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