Twiter, Facebook, LinkedIn... nunca hemos estado tan hiperconectados como ahora. Y a todo el mundo nos gusta estar con personas que son como nosotros, con nuestro grupo de gente.
Por eso, cuando estamos conectados lo hacemos casi siempre con personas que son similares a nosotros.
Con todo, esta situación debería alertarnos.
Al obrar de este modo estamos perdiendo nuestra capacidad de ser transversales y de convivir con la diversidad de identidades, de pensamiento y de gustos de otras personas de las cuales podríamos aprender.
La homofilia, o amor hacia los que son como tú, tiene sus riesgos y por eso quizá las sociedades se estén polarizando tanto.
Convivir con gente diferente de otras razas, ideas, culturas y gustos siempre es enriquecedor. Ahora parece que al conectarnos en red lo hacemos sólo con "nuestra tribu" y dejamos de interesarmos por todos los demás.
Desde luego, resulta más cómodo seguir a "la manada" que piensa como nosotros que hacer el esfuerzo de aceptar a otros que cuestionan lo que pensamos.
Comentarios