Ir al contenido principal

Creatividad y engagement



La mayor preocupación existente hoy en día en las organizaciones es la falta de engagement. La solución para trabajar este tema pasa sin duda por motivar a las personas y por formar a sus managers para que actúen más como coaches que como controladores.

Para empezar, los altos directivos de las empresas necesitan incorporar el sentido de la humildad necesario para reconocer que ellos no tienen todas las respuestas y que, en el día a día, dependen de las personas que verdaderamente crean valor.

Distintas empresas adoptan estrategias diferentes para trabajar este tema. En una de ellas, tratan de alentar el libre flujo de ideas de los empleados fijando todos los lunes reuniones con la cúpula directiva donde éstos responden cualquier pregunta del tema que sea (mientras sea hecha con respeto). En otra empresa, recompensan a aquellas personas que hayan intentado innovar o mejorar alguna cosa, independientemente del resultado logrado. 

Conozco una empresa que para que los trabajadores puedan optar a participar en su estupendo programa de liderazgo les exige contar con un fracaso en su curriculum para poder ser admitidos. Los trabajdores necesitan describir una iniciativa que hayan tenido en su carrera en la que haya fracasado y también explicar qué han aprendido de ello. En opinión de la empresa, si las personas no fracasan no aprenden y por tanto no pueden ser tan creativos como se necesita.

Otra empresa concede trimestralmente un premio al "Fracaso heroico" a aquellos empleados que han intentado nuevos enfoques de las cosas y que sin embargo no han dado resultado. Al parecer, el premio se instauró cuando percibieron que los trabajadores se habían vuelto demasiado conservadores...

Una afamada empresa internacional ha adoptado un enfoque muy poco ortodoxo. Cuando busca a colaboradores nuevos valora sobremanera a los candidatos perezosos. Según esta empresa, vivimos en tiempos de gran agilidad y rapidez por lo que en su opinión una persona perezosa es más probable que busque los atajos y se esfuerce por buscar formas diferentes de hacer las cosas con menos energía y en un menor plazo de tiempo... 

En todo caso, para trabajar el engagement antes se debería entender muy bien la diferencia entre engagement y motivación. El engagement se da a lo largo del tiempo si las personas tienen sentimientos consistentes de estar verdaderamente motivados.

Y una motivación óptima es más probable que suceda en empresas donde las managers se centran en ayudar a su gente a crecer y a innovar en lugar de buscar cómo controlarles.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Trazar diagonales

Examinar los cruces , escrutar las confluencias , pensar en la transversalidad . Al igual que en una red los puntos de mayor fortaleza son los nodos existentes entre las cuerdas , los espacios comunes que se dan en disciplinas aparentemente inconexas son las zonas donde se encuentran las mayores posibilidades para que las ideas y la creatividad puedan fluir y expresarse en su máxima potencia.

Crear un ambiente de pensamiento

Si aquellas personas que tienen a su cargo a otras personas trabajaran en una empresa de ambiente de pensamiento , sabrían que, tan  pronto cómo abriesen la puerta de su oficina por las mañanas, la gente estaría interesada en lo que ellos (los jefes) realmente piensan que son los desafíos pequeños y grandes. Esto es lo que plantea Nancy Klein creadora y pionera del desarrollo de la teoría y el proceso del ambiente de pensamiento , un modelo que permite a las personas convertir sus equipos, organizaciones y relaciones en ambientes de reflexión , en el cual las personas en todos los niveles de la empresa, pueden pensar por sí mismos con rigor, imaginación y coraje.  Con ello, la autora quiere desterrar el concepto de trabajadores pasivos, que no se atreven a decir lo que piensan por temor crear conflictos. El resultado después de instaurar este ambiente es más creatividad y más innovación .  Para lograr

La historia de los Lacasitos

Hablar de las conocidas grageas de chocolate con leche cubiertas por 150 capas de azúcar de siete colores diferentes (blanco, rojo, marrón, azul, verde, amarillo y naranja) es hablar de innovación.  Aunque mucha gente piensa que se trata de un plagio de los Smarties (a los que sí parece que plagió M&M's), el invento en cuestión (1982) procede de cuando los hermanos Lacasa – propietarios de una empresa centenaria fabricante de turrones – probaron los Lenti , un producto de chocolate del tamaño de una lenteja, en un viaje a Italia.  A la vuelta, pensaron en hacer un producto similar en su fábrica de Utebo (Zaragoza). Los hermanos Lacasa convencieron al maestro chocolatero de la casa italiana, Romano Quianelli, para que se fuera con ellos. Era 1979. Primero presentaron un producto parecido al actual en una Feria Internacional y tras el éxito cosechado siguieron mejorando su receta hasta la que conocemos actualmente. En quién se inspiró Quianelli para crear un ch