Ir al contenido principal

Hacer gimnasia mental




Todo el mundo posee ese pensamiento impulsado por la imaginación que se manifiesta como la capacidad de generar nuevas ideas, conceptos y soluciones originales a los desafíos de la vida personal y profesional. Dicho pensamiento se denomina creatividad.

La creatividad es una cualidad innata de las personas, sin embargo, debido en un importante grado a la educación recibida y también a las condiciones de estrés en las que vivimos, no pocas personas presentan dificultades para dejar volar su imaginación y generar procesos creativos. Estas personas viven desconectadas de su hemisferio derecho.

Hacer gimnasia mental implica realizar una serie de ejercicios que trabajan la integración de los dos hemisferios cerebrales estableciendo así nuevas conexiones neuronales y desarrollando en suma la creatividad.

Realizar esta clase de ejercicios para tonificar los músculos cerebrales no es en absoluto difícil. He aquí algunas actividades recomendadas:  

• Determina un lugar para anotar tus ideas, puede ser una pequeña libreta o una aplicación para notas en tu dispositivo móvil. Las ideas y los pensamientos que surjan cuando leas una revista o un periódico, cuando navegues por internet o camines por la calle, conviene escribirlas con prontitud. Dedica un tiempo a la semana para revisar esas anotaciones, para desechar las ideas que no funcionan y para mejorar las ideas que te parezcan prometedoras.

• Interactúa con lugares que te inspiren. Ve a parques, visita museos, acude a exposiciones, ferias o congresos de manera regular, en especial cuando te sientas estresado o bloqueado; entabla conversación con personas que no conozcas.

• Cuando navegues por internet o por en las redes sociales decántate aquellos lugares que tengan más contenido visual. Echa un vistazo a tutoriales, a pinturas, a dibujos; y haz breves anotaciones de lo que tú harías para mejorar o complementar el trabajo visual que viste.

• No dejes de lado tus pasiones, dedica un tiempo los fines de semana para realizar actividades que te nutran a ti mismo, tales como pintar, bailar, cuidar el jardín, hacer deporte, etc.

• Evita la rutina. Trata de no caer en la repetición de actividades diarias. Se trata de algo muy difícil, pero tal vez puedas romper ese círculo con actividades muy simples tales como tomar otra ruta al ir al trabajo o al volver a casa. O comer otra cosa, en lugar de comer todos los jueves paella.

Comentarios

jd roman ha dicho que…
Muy bueno lo del Jueves y la paella :)
Manuel Ferrández ha dicho que…
Y es que las tradiciones cuesta mucho romperlas...

Entradas populares de este blog

Trazar diagonales

Examinar los cruces , escrutar las confluencias , pensar en la transversalidad . Al igual que en una red los puntos de mayor fortaleza son los nodos existentes entre las cuerdas , los espacios comunes que se dan en disciplinas aparentemente inconexas son las zonas donde se encuentran las mayores posibilidades para que las ideas y la creatividad puedan fluir y expresarse en su máxima potencia.

Crear un ambiente de pensamiento

Si aquellas personas que tienen a su cargo a otras personas trabajaran en una empresa de ambiente de pensamiento , sabrían que, tan  pronto cómo abriesen la puerta de su oficina por las mañanas, la gente estaría interesada en lo que ellos (los jefes) realmente piensan que son los desafíos pequeños y grandes. Esto es lo que plantea Nancy Klein creadora y pionera del desarrollo de la teoría y el proceso del ambiente de pensamiento , un modelo que permite a las personas convertir sus equipos, organizaciones y relaciones en ambientes de reflexión , en el cual las personas en todos los niveles de la empresa, pueden pensar por sí mismos con rigor, imaginación y coraje.  Con ello, la autora quiere desterrar el concepto de trabajadores pasivos, que no se atreven a decir lo que piensan por temor crear conflictos. El resultado después de instaurar este ambiente es más creatividad y más innovación .  Para lograr

La historia de los Lacasitos

Hablar de las conocidas grageas de chocolate con leche cubiertas por 150 capas de azúcar de siete colores diferentes (blanco, rojo, marrón, azul, verde, amarillo y naranja) es hablar de innovación.  Aunque mucha gente piensa que se trata de un plagio de los Smarties (a los que sí parece que plagió M&M's), el invento en cuestión (1982) procede de cuando los hermanos Lacasa – propietarios de una empresa centenaria fabricante de turrones – probaron los Lenti , un producto de chocolate del tamaño de una lenteja, en un viaje a Italia.  A la vuelta, pensaron en hacer un producto similar en su fábrica de Utebo (Zaragoza). Los hermanos Lacasa convencieron al maestro chocolatero de la casa italiana, Romano Quianelli, para que se fuera con ellos. Era 1979. Primero presentaron un producto parecido al actual en una Feria Internacional y tras el éxito cosechado siguieron mejorando su receta hasta la que conocemos actualmente. En quién se inspiró Quianelli para crear un ch