Se propone un sencilla técnica para reformular creativamente un desafío y ponerlo de esta manera en vías de solución. La técnica consta de cuatro pasos: 1. FOCO Lo primero es focalizarse. Centrarse. Para ello, escribe el reto que tienes ante ti y detalla todas sus dimensiones y abordajes posibles. Posteriormente, trata de reducir las opciones y elige la idea que te parece más prometedora. 2. 180 grados. Pregúntate ¿qué pasaría si abordaras el problema desde la perspectiva opuesta? Recuerda que, si queremos que las cosas cambien, tenemos que hacer cosas diferentes. 3. Mezcla Arriésgate a adoptar ideas de otra persona, de otra disciplina, de otro campo. Observar cómo solucionan otras personas o otras disciplinas problemas similares al tuyo puede ser de gran ayuda para desatascar tu mente. Realiza una mezcla entre tus soluciones y las de los demás. 4. Dispara Idea cosas locas, disparatadas, sal de lo habitual y escribe esas ideas. Muchas veces es ahí donde está la semilla...
Personas. Productos. Procesos. Ambiente.