Aún no está dominada, pero se está muy cerca. La computación cuántica supondrá un avance tecnológico sin precedentes que tendrá un impacto brutal en el destino de la humanidad.
Las computadoras cuánticas aprovecharán las propiedades de la mecánica cuántica para lograr grandes aumentos de potencia de procesamiento, con un poder de cálculo extremadamente superior. Estas máquinas cuánticas superarán con facilidad a las supercomputadoras más poderosas en un tiempo irrisorio.
Se estima, por ejemplo, que un ordenador cuántico será capaz de simular el impacto que tiene prácticamente todas las modificaciones que sufre un determinado átomo al interactuar con otros (algo muy relevante en biología médica) en cuestión de horas.
También se menciona, por poner otro caso, que la computación cuántica será capaz de abrir cualquier contraseña existente en el mundo en cuestión de segundos (dada su inusitada capacidad de procesamiento). ¿Te imaginas el impacto que eso puede tener en las criptomonedas? ¿Y en el sistema financiero mundial? ¿Y en los códigos armamentísticos de los países con tecnología nuclear?
Para que te hagas una idea. Este mismo mes Google presentaba Willow, un modesto chip cuántico que permite resolver en cinco minutos (sí, en 5) una tarea de referencia que el superordenador más veloz tardaría en completar 10 cuatrillones de años (esto es 10 seguido de 24 ceros!!)
De momento, los computadores cuánticos existentes hasta la fecha aún tienen que solucionar algunos temas críticos (básicamente la corrección de errores).
Con todo, una nueva revolución ya está aquí y aunque su impacto es impensable y no solamente para la criptografía, la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, la medicina, la física, la ingeniería, la química...
Quizás el 2025 nos depare la noticia de aplicaciones revolucionarias basadas en computación cuántica. O puede que sea un poco más allá...
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