Separar las ciencias y el arte ha hecho mucho daño. Pensar en dos territorios diferentes para la precisión y la creatividad, también.
Los avances en la comprensión científica del mundo se encuentran entre las mayores muestras de creatividad humana.
Ya conoces la historia de Newton y la manzana que cae del árbol. Si la manzana cae del árbol, ¿por qué no cae la Luna? A partir de esta pregunta imaginó la respuesta.
Anaximandro se imaginó a sí mismo volando a gran altura para concluir que la Tierra era redonda; Copérnico viajó al Sol con su mente parea proponer su modelo heliocéntrico; Kepler voló imaginariamente a la Luna; Einstein se imaginó volando junto a un rayo de luz para desarrollar su teoría de la relatividad...
Lo creas o no, creatividad y ciencia no están en absoluto reñidas.
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