En Semana Santa o durante los fines de semana, en Sevilla, la demanda
de cerveza en los bares es muy elevada. Las colas de clientes ante la barra
del bar son de muchos metros y de mucho tiempo. Alejandro, el responsable de una cadena de bares, ya hacía
meses que barajaba la idea de instalar un autoservicio.
La irrupción del Covid disparó la puesta en práctica de su idea.
Durante el cierre motivado por las restricciones del estado de alarma decretado
contra la pandemia, acordó con una empresa sevillana la instalación de un brazo
robótico en uno de sus locales de cara a la reapertura de los negocios
hosteleros.
Tras la reapertura (Sevilla se encuentra ya hace unos días en
Fase 1 que permite el funcionamiento de terrazas de restaurantes y bares), los
clientes se han encontrado con el brazo robótico cuando piden una cerveza.
Ahora los clientes hacen su pedido a través de una tablet, y en
caso de que incluya una caña, el robot la prepara en un vaso de plástico y la
sirve en cuestión de segundos.
El robot en cuestión está especializado en "tirar" cerveza, pero puede
adaptarse para servir café, infusiones, bebidas embotelladas, pasteles,
bollería, artículos empaquetados, ensaladas, etc.
Dispone además de un sistema de pago integrado y cuenta con un lector
de DNI para comprobar si el cliente es mayor de edad.
Sin entrar en otras consideraciones, en un entorno de pandemia, parece una
fantástica idea para prevenir los contagios por coronavirus.
¡Brindo por ella!
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