Esta mañana, muy temprano, he salido a correr por la ciudad. Al pasar por las puertas de los distintos negocios, y teniendo presente la pandemia de COVID-19 que nos embarga, se me ha ocurrido el siguiente ejercicio prospectivo: ¿Qué pasaría si...
- … se anunciase que llevar joyas es potencialmente peligroso para ser infectado por el virus? (negocio Joyería)
- … se anunciase que nunca más podemos ir a hoteles de más de 50 habitaciones?" (negocio Hostelería)
- … se anunciase que el alquiler de pisos turísticos queda prohibido para siempre? (negocio Inmobiliario)
- … se restringiese la asistencia de público a acontecimientos deportivos profesionales a 1/3 de su aforo? (negocio Deporte profesional)
- … se prohibiese para siempre los gimnasios y piscinas en locales cerrados? (negocio Deporte aficionado)
- … las empresas decidieran cancelar todas sus formaciones presenciales durante los próximos 3 años? (negocio Formación / Consultoría)
- … los viajes en avión internacionales se cancelasen durante los próximos 3 años? (negocio Aerolíneas)
- … la gente dejarse de circular en coche? (negocio Automoción / Transporte Público)
- … la gente dejase de visitar los museos / galerías de arte / bibliotecas? (negocio Museos)
La lista de preguntas inquietantes puede ser ilimitada. Ojala que no se produzca ninguno de los drásticos escenarios que algunas preguntas plantean. Pero, por si acaso, tal vez te iría bien reimaginar y pensar cómo puede ser el futuro de tu negocio / sector si algunos de los peores presagios se confirman.
No pierdes nada por ello.
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