Algunas personas tienen dificultades en activar usar su imaginación. A menudo ello es debido a que en su trabajo se ven invitados a usar el pensamiento rutinario y analítico. Por supuesto, estas personas pueden tener ideas sorprendentes, como cualquiera.
Lo que necesitan es un pequeño
estímulo para sintonizar la parte creativa de su cerebro. Y para esto, una
simple pregunta como “¿Qué pasaría si ...?” a menudo es más que suficiente para
que se activen los procesos creativos.
El poder de las preguntas “¿Qué
pasaría si…?” reside en el hecho de que se puede utilizar cualquier escenario “absurdo”
como punto de partida creativo para generar ideas. A menudo, estas preguntas disparatas
conducen a nuevas ideas y nuevas ideas extraordinariamente valiosas.
Por ejemplo, y pensando en estos
tiempos de Coronavirus y de confinamiento, puedes practicar con estos inocentes
escenarios la técnica "¿Qué pasaría si?":
¿Qué pasaría sí…
… tu proveedor principal fuese a
la quiebra?
… te dejasen tus empleados con más
talento?
… tus clientes ya no están
interesados en tu producto principal?
… si ya no pudiéramos salir más
de casa?
Utiliza estos días esta sencilla técnica como un simple juego, aunque es más que posible que algunos de los contextos a los que estabamos acostumbrados se vean envueltos en un cambio paradigmático y disruptivo que afecte a la forma en cómo interpretamos las cosas hoy, en la forma en que realizamos las tareas, en las tecnologías y en los recursos a los que tenemos acceso.
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