Tenemos
un sesgo cognitivo para buscar la innovación, o cualquier otra cosa, donde previamente la hemos encontrado:
escuelas de Negocio, Universidades, Silicon Valley… Es una estrategia poderosa,
pero no la única.
Las
personas inteligentes y también las buenas ideas se concitan fuera de Silicon
Valley, y aunque los espacios mencionados son buenos lugares para buscar nuevas
ideas, con frecuencia las ideas verdaderamente disruptivas provienen de sitios inesperados, donde se cuenta con perspectivas nuevas y diferentes.
Esta
pandemia está provocando cantidad de innovaciones que provienen de lugares
inesperados: destilerías de ginebra y cervecerías que elaboran desinfectante
para las manos, empresas de pizza y casas de moda que confeccionan máscaras
faciales, factorías automovilísticas que se dedican a fabricar respiradores…
Todo
ello refuerza el hecho de que la innovación puede provenir de lugares inusitados
y que tenemos un montón de talento, en gran parte sin explotar, que podríamos
aprovechar más.
Es
por tanto necesario buscar activamente ideas y talentos en parajes todavía
inesperados e infrautilizados. Es el momento de los ciudadanos. Es tu momento.
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