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Formular hipótesis



La palabra hipótesis viene del griego “hipothesis” e implica la acción de suponer, fundamentar, colocar una base debajo. La hipótesis supone una explicación provisional que necesita ser comprobada pero, que al mismo tiempo, anuncia en cierto modo una posible solución de un desafío.

Cuando los científicos realizan suposiciones y plantean hipótesis buscan cómo justificarlas. Este es un paso crucial en la metodología científica. Alguien dijo que las hipótesis son como redes que, una vez lanzadas, tarde o temprano van a ayudarnos a encontrar algo. Formular hipótesis es buscar explicaciones probables y posibles, y aproximarse a una respuesta. Ello significa ser muy consciente de que es perfectamente factible encontrar más de una posibilidad. Formular hipótesis es una habilidad fundamental para el pensamiento creativo.

Conviene por tanto acostumbrarse a considerar una variedad de posibilidades que puedan resolver cualquier desafío. Por eso, es fundamental concebir la mayor cantidad posible de hipótesis. Para cada desafío creativo podemos lanzar múltiples hipótesis.

Para formular dichas hipótesis la clave consiste en plantearse distintos tipos de preguntas tales como: ¿y si…?, ¿qué pasaría si…?, ¿de qué maneras podemos…?

Realizar unos sencillos cambios de palabras en el enunciado del reto creativo puede proporcionarnos el estimulo necesario para tener nuevas ideas.

Imaginemos por un momento que queremos mejorar las reuniones que se realizan en nuestra organización (¿te es familiar esta situación?). Podemos empezar a plantearnos hipótesis sobre ese reto creativo:

·     * ¿De qué manera podemos hacer mejores reuniones?

·  * ¿De qué manera podemos hacer que las reuniones sean más productivas?

·  * ¿De qué manera podemos hacer que las reuniones sean más participativas?

·    * ¿De qué manera podemos hacer menos reuniones?

·    * ¿De qué manera podemos hacer reuniones más cortas?

·    * Etc.

Escoger una u otra hipótesis de trabajo puede conducirnos a ideas y, por tanto, soluciones muy diferentes.

Recuerdo cómo, en una de las últimas ocasiones que trabajé con este mismo desafío en una empresa, de las hipótesis resultantes surgió una idea que fue catalogada como tremendamente creativa: celebrar las reuniones de pie.

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