El pellizco es un concepto muy ambiguo, pero hay que tenerlo. Hay personas que cantan bien, pero no tienen pellizco; otras, tienen pellizco, pero no
cantan tan bien… Pero, ya sabes, los flamencos suelen ser muy exagerados. El
pellizco lo tiene aquel que tiene la impronta de quejarse con
personalidad y de transmitir. Todo está en la transmisión. El secreto
está en transmitir. En una ráfaga, hacer un detalle que transmita; y de
ahí viene el olé… Pero un olé a destiempo es como un chiste sin gracia,
que también los hay.
Pero el “pellizco flamenco”
es otra cosa, es un "feeling", algo diminuto que hace inmenso el arte, que traspasa
la piel y hace vibrar el corazón, que “se tiene o no se tiene”, y que es
tremendamente complejo de plasmar en palabras.
El pellizco flamenco, que otros denominan "tener duende", simplemente, se siente…
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